Costumbres de tejado
Hacer hogar en un pequeño cuerpo tibio, dejarme acunar en su ronroneo tranquilizador. Ella vive en mi retazo de bondad y algo puro que irradia su mirada vertical me lava la sal. Gata madre, preocupada por mi llanto en medio de la noche, su arrullo tiene una entonación de pregunta. Y lo diáfano de su preocupación me parte y me cura el alma. Me cura y me parte el alma.