Volver a pasar por el corazón
Creo en la fugacidad de los sentimientos y en la hondura del dolor. Creo en la eficacia de los fantasmas y en el alma desprevenida o demasiado masoquista. Existen mañanas y tardes cargadas de recuerdos como murallas de árboles repletos de frutos, como multitudes de seres erizados de brazos, quebrados en imposible caricia. Utilizo mi locura, mis miedos y mi cobardía, y mi culpa toda para escribirte los inútiles porqué para angustiarme ante la inexorabilidad e indiferencia del tiempo. Creo en la desesperación para mantenerme viva y en la paradoja de que la misma desesperación me mata cada día. Hoy muero a tu recuerdo.