#urdimbresyumbrales8
La poesía me insta a un silencio interior, una especie de calma contemplativa, pero a la vez activa. Predispone a la mente a una labor arquitectónica con las palabras, es decir que ellas construyen un hábitat fugaz, mientras dura el poema. Aunque en ocasiones, hay profundidades abisales en las que podemos caer y desaparecen los límites: el poema nos habita.