November rain
(13. 11. 22 ) El lenguaje es un juego, con normas y reglas. Tiene diversos niveles: aficionado, avanzado... nivel dios; encuentro cada vez menos jugadores conforme paso de un nivel a otro. La poesía es nivel dios, y allí trazas la cuadrícula para estar en soledad genuina. Allí sólo importan las palabras a un grado de silencio. En el lenguaje soy una jugadora aceptable, digamos. Puedo competir, soy competente. La poesía es otra cosa. Otro juego. Un tipo de juego excelso y extremo. Otro universo. Tan cercano, pero, a la vez , tan ajeno por completo al cotidiano. Como la piel y el mundo. La vida es un juego de actuaciones. También tiene reglas, normas y mandatos seculares (según cada época) ; y niveles: mediocres, estelares , extraordinarios . En la vida suelo actuar bien, porque en casi todas las escenas actúan mis dobles. Cuando en verdad soy yo, soy pésima jugadora.