Volver a pasar por el corazón
Creo en la fugacidad de los sentimientos
y en la hondura del dolor.
Creo en la eficacia de los fantasmas
y en el alma desprevenida o
demasiado masoquista.
Existen mañanas y tardes
cargadas de recuerdos
como murallas de árboles
repletos de frutos,
como multitudes de seres
erizados de brazos,
quebrados en imposible caricia.
Utilizo mi locura, mis miedos y mi cobardía,
y mi culpa toda
para escribirte los inútiles porqué
para angustiarme
ante la inexorabilidad e indiferencia
del tiempo.
Creo en la desesperación para mantenerme viva
y en la paradoja
de que la misma desesperación
me mata cada día.
Hoy muero a tu recuerdo.
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