04.03.15


    La verdad es que, a veces,

   
    dan ganas de morir a gritos


    o de gritar muriendo.



    Pero, en cambio, nos quedamos



    apenas asomados



    - con las manos juntas-



    a tanta tristeza estallándonos dentro



    apenas demostrada



    por algunas lágrimas furtivas



    corriendo por la piel.




    Apenas para nada, tanto.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Recóndita metaficción