"Ciruelo de mi puerta,

                                     si no volviese yo, 

                                la primavera siempre volverá.

                                      Tú, florece." 

                                                          Haroldo Conti

Hace frío y mis ramas están desnudas

tras el deshojamiento cruel del 

invierno. No obstante, ya tengo yemas 

en ciernes...en callado crecimiento.

Espero la tibieza de la primavera 

como un caminante del desierto espera 

una nube en la impiedad del sol del 

mediodía. Sé que mis brazos grises 

serán verdes brillantes, de nuevo. Y 

seré refugio de nidos de gorriones, 

otra vez. Soy árbol y mi sueño de 

semillas no tiene fin. No sé morir.

No soy consciente de que podrían

talarme, desaparecerme...Y aún así, 

mis semillas ... Algunas veces me han

arrancado ramas, mis brazos, mis 

sostenes de nidos, mis portadores de 

hojas frescas, de sombra, de 

oxígeno... Fueron heridas muy 

dolorosas: en ocasiones, provocadas 

por el viento huracanado, en otras, 

tristemente, por los seres humanos, 

quienes hay entre ellos más nefastos 

que cualquier plaga o terremoto...

Pero también hay, entre ellos, 

algunos que sienten puro amor por mí,

me abrazan largo tiempo y conectan 

conmigo a un nivel no terreno, 

imperceptible a la vista: una energía

arco iris que fluye de raíz a raíz...

Gente verde, gente árbol, que propaga

el sueño infinito de semillas.

                     IRATXE G.


             


Comentarios

Chiche dijo…
No hay nada más bello que un ciruelo en flor
Precioso escrito Iratxe! Me encantó!
ECO CULTURAL dijo…
Bellísimo; me encantó!!!
Tati dijo…
Gracias,Chiche, Ana y Eco Cultural!!💟🙌🏽

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