Mostris vecinxs

 La lluvia fina que se extendió por días y noches

enteras de modo inusual en esta región árida, 

agreste y áspera, fue desarrollando un hongo 

subterráneo y secreto. Cuando llegó a las 

proporciones necesarias, erupcionó y emergió 

en la cocina de los vecinos. 

El hongo resultó ser una planta carnívora que se 

nutrió de corrientes ultra- submarinas durante 

cientos de años y que la inhabitual humedad de 

la superficie colándose capa a capa , despertó y

produjo una especie de "llamado ancestral" - 

aunque no fraterno -  más bien de hambre 

descomunal olvidado y recordado de manera 

repentina, violenta:  así , al eclosionar la 

enorme boca dentada se tragó por completo a 

toda la familia que ,  sentada a la mesa , 

desayunaba en ese momento.

Irónicamente, fueron el  des- ayuno de la planta 

eclosionante.  

Lo que se dice , una metaficción divina.

                                   ***

Notas : 1) la lluvia persistente del verano riogalleguense fue verdadera.

             2) el hallazgo de un hongo bastante grande (como del tamaño de una olla mediana) que había erosionado la tierra del patio del dpto donde vivo, también fue verdadero.

             3) los mostris vecinxs, por desgracia, también son verdaderos , y el incordio supremo que me genera ser su vecinx, fue el disparador nato de la ficcionalidad noir de este micro- relato.



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