Sinestesias
Llegué a la conclusión, después de
pasar de lo ácido de la ausencia, por
lo picante del amor, que la vida no
era un viaje entre algodones, sino
más bien una caminata en el ocaso con
la sal en la mirada.
Llegué a la conclusión, después de
pasar de lo ácido de la ausencia, por
lo picante del amor, que la vida no
era un viaje entre algodones, sino
más bien una caminata en el ocaso con
la sal en la mirada.
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