"Ciruelo de mi puerta, si no volviese yo, la primavera siempre volverá. Tú, florece." Haroldo Conti Hace frío y mis ramas están desnudas tras el deshojamiento cruel del invierno. No obstante, ya tengo yemas en ciernes...en callado crecimiento. Espero la tibieza de la primavera como un caminante del desierto espera una nube en la impiedad del sol del mediodía. Sé que mis brazos grises serán verdes brillantes, de nuevo. Y seré refugio de nidos de gorriones, otra vez. Soy árbol y mi sueño de semillas no tiene fin. No sé morir. No soy consciente de que podrían talarme, desaparecerme...Y aún así, mis semillas ... Algunas veces me han arrancado ramas, mis brazos, mis sostenes de nidos, mis portadores de hojas frescas, de sombra, de oxígeno... Fueron heridas muy doloros
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